SUEÑOS DE LOS NIÑOS INDIGENAS

NAHUAS

Los niños nahuas saben que hace muchísimos años el mundo era muy frío y los hombres comían la carne cruda, porque aún no conocían el fuego. Pero esto se terminó cuando el tlacuache descubrió el lugar en el que nacen las llamas, y encendió su colita para traer a los humanos ese regalo luminoso y cálido. Ahora los tlacuaches tienen el rabo pelón, porque desde entonces les quedo quemado. Y ahora los niños nahuas sueñan con encontrar el lugar en el que nace el fuego, para traer como regalo algunas flores incandescentes.

AUTOR: GABRIELA OLMOS (del libro: con los ojos cerrados: sueños de niños indígenas)

TOTONACAS (también llamados tachihuiin)

Los niños totonacas saben que hace muchísimo tiempo, cuando aún no había día ni noche, la lagartija caminaba por el campo y se encontró una piedra tan caliente que hasta le quemó la panza. Intrigada por aquella roca enigmática, la lagartija llamó al resto de los animales, y todos comenzaron a golpearla y arañarla, pero no consiguieron descubrir su misterio. Ya habían abandonado la tarea, cuando la paloma picoteó la roca, que al partirse en dos dejó escapar al disco luminoso que se convirtió en el sol. Los niños totonacas lo respetan y admiran su caminar por el cielo. Y, sin embargo, a veces sueñan con descubrir un nuevo sol entre los cientos de piedras ardientes que encuentran cada día.

AUTOR: GABRIELA OLMOS (del libro: con los ojos cerrados: sueños de niños indígenas)